
La conclusión es que esos 17.690.000 espectadores que vieron el minuto final en absoluto se puede concluir que estén viendo tu publicidad, porque pasan de tí. Pero claro, Cuatro lo cobra como si así fuera.
En esta falta de respeto al espectador son igual de culpables las centrales de compra y los anunciantes, unos por recomendar planificaciones e inserciones que solo les benefician a ellos y otros por no pensar en el espectador-potencial comprador de su marca. Al final es tirar piedras contra tu propio tejado. ¿Alguien se acuerda del último spot del 2007 ? ¿y del primero del 2008?. En publicidad lo de ayer es el pasado y hay que innovar y sorprender cada día, ganandose con respeto la complicidad, o por lo menos el no rechazo, de quien es tu principal activo: esa/s persona/s que se gastan sus tolfis en elegirte a tí. Existen fórmulas alternativas como la emisión patrocinada sin cortes, las sobreimpresiones y las caretas de entrada y salida por las que Cuatro podría conseguir los mismos beneficios sin cabrear al personal. Habría que cobrarlas a precio de oro, menos oferta pero solo accesible a los que estén dispuestos a pagar. Como hay mucha demanda el precio sería la barrera de entrada perfecta.
La avaricia rompe el saco; nadie se va de rositas interrumpiendo la celebración de una Eurocopa; arrieritos somos....
>VBP
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