El pasado domingo EPS publicaba un reportaje sobre las series americanas en TV. Se han convertido productos exquisitos y de culto, maravillosa y profesionalmente trabajados desde el guión, los personajes y sobre todo en su posicionamiento, su lugar en el mercado y en la mente, que convierte en adictos a unos y en indiferentes a otros. Estoy de acuerdo con Zafón y Millás cuando dicen que Shakespeare sería hoy guionista de teleserie. Se acabó el mismo menú network para todos, bienvenido el traje a medida. De toda este galería, y reconociendo no haber probado todos los sugerentes platos, soy fan confeso de Frasier y Dexter, de A dos metros bajo tierra y empiezo a cogerle el gustillo a Los Soprano, no tanto a Sexo en NY (no soy target). Pero he de reconocer que, aun habiendo visto sólo un capítulo, me he quedado prendado de
Mad Men. No es una serie al uso, quizás algo lenta, pero sus silencios y comunicación no verbal están maravillosamente orquestados. Perfecta la ambientación, fotografía, actores, vestuario y excelente la música.
Tal vez me enganche porque habla de lo que fue
La Meca de mi profesión y origen de muchas vocaciones: los publicitarios de Madison Avenue en los 60s en NY. Mad Men, pata negra de la buena. Aquí van algunos datos.
Nueva York ,1960, Madison Avenue, cuna y edad de oro de la publicidad como la entendemos hoy en día. Un mundo conducido por el ego y cuyos protagonistas harán un arte de la venta después de haber vendido ya sus propias vidas. Mad Men es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era considerada una de las profesiones con más glamour de la época. Es un momento de gran ebullición en todos los sentidos; la manipulación profesional y el acoso sexual son parte del trabajo y de los negocios. Sterling Cooper Advertising diseña mejor que nadie las campañas de publicidad...tanto para empresas de tabaco (qué bueno ver el origen del claim
It´s toasted, de Lucky Strike!) como para candidatos políticos.
Mad Men representa el inicio del fin del sueño americano, el fin de la inocencia. Las mujeres están empezando a ser independientes y los antidepresivos y anticonceptivos están de moda.
Mad Men es el reflejo de un momento en el que los hombres se debaten entre sus deseos contradictorios, pero también el de las personas que tienen que pagar el precio por ello, las mujeres.
Mad Men se desarrolla en torno al contradictorio mundo de Don Draper (Jon Hamm), el hombre más importante en el negocio de la publicidad (y en el de las mujeres) y el de sus colegas en la agencia de publicidad Sterling Cooper. Don deberá mostrar su habilidad tanto en la oficina como en la cama y tendrá que mantenerse un paso por delante en un momento histórica de rápidos cambios. La serie muestra con gran autenticidad los roles de hombres y mujeres de una era al mismo tiempo que explora la verdadera naturaleza humana bajo la apariencia de los tradicionales valores familiares de 1960. Más info:
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Durante una temporada indefinida dejaré de escribir en el blog. Aún no tengo muy claro si será definitivo, sólo se que por el momento no me apetece escribir más. ¿Y eso?:
Hoy tiramos de archivo y recuperamos a Simón, esa sandwichera de colores que muchos recibimos de SS.MM. los Reyes en los 80s y que medía nuestra total incapacidad para memorizar una secuencia de eventos, aunque solo fueran 4 colores asociados a 4 sonidos.
