22/5/08

Branding responsable y transparente

Nike es quizás la marca que mejor marketing lleva haciendo desde hace más de 20 años. Dominan a la perfección el IMC (Integrated Marketing Communications), ese palabro, ese acrónimo of course en inglés que define siempre lo mismo pero de otra manera. Partiendo de la base de un buen producto, no necesariamente el mejor, han capitalizado prácticamente todas las disciplinas clave del deporte gracias a un magnífico mix de: claim memorable (Just do it!), excelentes patrocinados: de Jordan a Ronaldinho pasando por Woods o Nadal, flagships buildings donde pueden vivir una experiencia de marca inolvidable (ver foto de su flagship building en NY), web donde puedes ver y diseñar a la carta tus Nike, spots de TV antológicos ( la celda con Figo, Cantona & Cia, canastas con Jordan y Bird). Las demás marcas son seguidoras de este estilo, desde su competencia más directa Adidas, hasta la propia Apple (de hecho se complementan a la perfección sus productos). Pero tras la sonrisa americana se esconde la caries, tienen en el culoun enorme furúnculo, está el lado chungo que gracias a mucha pasta en campañas de Relaciones Públicas han logrado si no silenciar, sí apaciguar. El balón con el que juegas/mos tu partidillo con los colegas lo ha cosido un chaval de 10 años en China que en la vida sabrá lo que es jugar, la riñonera que luces/luzco para llevar el MP4 y las llaves lo ha confeccionado una pobre desgraciada de 16 años.
Detrás del neón de Times Square hay mucha bombilla fundida, los 120 € que acabas de pagar por tus Air Zoom Max IV Generation in the wanajare no son suficiente para limpiar la falta de conciencia (además, de esos 120 el chaval verá el 0,00001%). Si las cosas son “baratas” o cool o trendy, lo son muchas veces a costa de mantener en la esclavitud a poblaciones enteras. Habrá que empezar a plantearse el comprar unas Tórtola Sport o los pantacas fashion del Alcampo. Aboguemos por un branding transparente y responsable, no el camelo ese de la reputación corporativa que no es más que pintar la burra de blanco y vendrlo como pura sangre.
Algo de esto ha escrito Naomi Klein en su No Logo, claro que ella se ha hecho rica gracias a un sistema al que critica. Queda muy alternativo y guay eso de pasearse en bambas de marca blanca por Camboya, entrevistar compungida al personal, escribirlo en tu hotel de 5 estrellas y luego darse luego un baño de tolfis vestida de Armani en el loft de Seattle. Por fortuna, hay valores universales como la integridad, la lealtad y ciertas formas de felicidad que nunca podrá comprar el dinero. Y si no, que se lo digan a Abramovich, qué fracaso más tremendo el del Chelsea, ya van tres gorditaaaaa!!!. Terry, yo que tú me hacía travesti.
>VBP

19/5/08

Mielinización y percepción del riesgo

La mielinización es el proceso por el que se establecen las conexiones neuronales definitivas en nuestro cerebro. Hablando en cristiano, sería el momento en el que estamos listos para salir del horno, el momento en el que el cerebro ya ha hecho al rodaje y va al taller a que le aprieten las tuercas, algo así como la madurez, para bien y para mal, donde tenemos formada nuestra visión del mundo.
Es el estado funcional ideal y se alcanza en la adolescencia tardía, entre los 20-25 años.
La mielenización condiciona nuestra percepción del riesgo y del peligro. Así se explica porqué de chavales semos más osados, gallitos y temerarios y andamos en la cuerda floja de ganarnos una ostia: sea del fulano al que le has tirado su peloti mientras bailas a la tuya en tu barco, sea ese árbol que se cruza en tu camino cuando vas lanzado esquiando, sea lo que sea. Muchas veces me pregunto cómo era capaz de lanzarme con la bici de montaña campo a través, compitiendo con el Tribaldo, partiendome de risa sin casco por sitios en los que ahora mismo me cagaría vivito. O cómo pude hacer rappel con vértigo o tantos otros cómo pude.
El caso es que algunos no mielinizan en la vida. El prototipo de no mielinizado podría ser el de neng bakaladero con Seat León tuneado, o bien motero 50 cc emulador de Lorenzo (más quisieran!) o la Jenny que cruza la calle siempre en rojo y se echa las risas con la Vane y la Rebeca cuando salva por lo pelos el pellejo o tantos miles de idiotas que invaden tu plácida burbuja porque a su cerebro le falta unos minutos más de incubadora.
>VBP

13/5/08

Cristal a prueba de fragonetas

Hoy estamos que lo tiramos: dos post en un día.
Me gusta esta pieza de 3M en Canadá porque vende muy bien las bondades del producto (cristal de seguridad), con el medio adecuado (exterior, en la calle, que es donde se las va a ver el cristal) y con un buen ejemplo (la cantidad de tolfis que debe haber ahí).
El caso es que yo creo que para que el producto pase la prueba del ácido, debería hacerse en España o en Italia. A ver, 3M, no hay cojones a poner este oppi en pleno barrio de Triana o en una barriada de Napoles. Si ni el Jonathan con la fragoneta alunizando (y alucinando quizás) ni el Salvatore con sus 20 primos son capaces de hacerse con esa talegada es que el cristal es a prueba de todo.
Igual en Lepe les da por echar más billetes dentro ;)).

>VBP

¿A John o a Jackie?



Me ha parecido cachonda, un poco gore y muy ilustrativa esta pieza gráfica que publicita una revista para hombres. Me gusta, no ya tanto por la creatividad, que no es para tanto, como por lo bien que ilustra un grave error que en ocasiones comete la publicidad: el no dirigir su disparo al target que corresponde, el no planificar en el soporte con el que entra en contacto tu público objetivo, el estar donde él nunca pasará, leerá, oirá, verá. Cuando luchas codo con codo con millones de estímulos, cuando te has gastado una pasta en producción y planificación de medios, cuando de esta campaña dependen la PSP de muchos niños, cuando de esta pieza depende que sigas vendiendo revistas o se te coma la competencia, es imperdonable cagarla de esa manera.
>VBP

8/5/08

Ya te Ballet

Esta pieza me ha encantado. La relación calidad-precio es óptima. Te coges el power point y te diseñas el cartel, imprimes un A4, lo llevas a un copy y sacas 300 copias, le pegas tijeretazo a los telefónos para hacer el efecto del tutu, y con dos paquetes de celo y en dos tardes te los pegas en las farolas del barrio y a esperar.
Aviso para navegantes, hoy en día el más tonto hace relojes, y además funcionan (como diría el sabio de mi antiguo barrio de Hortaleza).
Aprovecho el post para dar el pésame a todos los culés. Ayer sólo la moreneta les salvó de una manita que hubiera sido el broche de oro a una patética temporada.
No sé qué me daría más gusto, que el Madrid ganara tres Champions (más) o que el Barça bajara a segunda.
Sabeis bien cuál es la respuesta. Pillad, pillad, pillaaaaaaaaad!
>VBP

5/5/08

De primero tomaré unos pelotas con ensalada

Leo en un interesante artículo de G. Fruijó (CEO de Interbrand) en theslogan que “La estrategia de diversificación de marca puede resultar muy beneficiosa para la marca, puesto que ofrece la oportunidad de llegar a nuevas audiencias y, a su vez, de establecer un contacto con su público de forma distinta a la habitual, reforzando la percepción y experiencia de marca que tienen los consumidores" Y para muestra, el caso de mi admirada Camper.
La empresa mallorquina, sumando a su extensa experiencia en la industria del calzado una constante inversión en marca, ha conseguido un posicionamiento único con el que muchos de sus consumidores se identifican. Su restaurante Foodball y el Hotel CasaCamper van a suponer para la marca no sólo la entrada en mercados diferentes, sino una oportunidad excelente para, mediante una experiencia más intensa y perceptible por los cinco sentidos, reforzar su identidad corporativa. Es la quintaesencia del marketing experiencial, un goce sinestésico que te lleva a disfrutar de la marca en una experiencia 360º donde hueles, masticas, ves, oyes y palpas la marca como un aliado que proyecta tu lado más cool y que por unos momentos te hace salir de la fría realidad de ser un panochas.
Pero ojito, al hablar de diversificación hay que tener cuidadín con no cargarse o cagarse en la integridad de la marca. La entrada en sectores distintos al original, puede atribuir a la marca unos valores que contradigan los que inicialmente la definían. Es el caso de Porsche, que ha comenzado a comercializar gafas de sol con su marca, permitiendo vestir su marca a personas que, aunque la admiran, jamás podrían comprarse uno de sus coches.
La comercialización de artículos accesibles para una gran parte de la población tiene un alto componente de riesgo para la identidad de la marca, ya que puede afectar al carácter único y elitista de Porsche. Un comprador de Porsche, además de los 360 CV, está pagando la exclusividad y el orgullo de llevar la enseña. Si el acceso a ésta es viable para muchos, la marca perderá valor. Ya lo dice su nombre, exclusivo es para unos pocos y la barrera de entrada son los tolfis, el estandar universal que desde Atapuerca nos hace más guapos, latos y sabios o más sospechosos, mezquinos y olvidables.
>VBP