28/1/08

Los Concursos en publicidad. A pringaaaar!




Servidor de usted (con voz de Gra-ci-taaaaa) se gana los garbanzos lo mejor que puede en una buena agencia de servicios de marketing btl. Como en todo negocio que se preste de serlo, necesitamos clientes para ganar dinero. Hasta ahí todo normal.


El caso es que en nuestro mundillo de egos hinchados, clientes a veces mediocres y gente muy de vez en cuando brillante, está asumida la práctica de los concursos. Dicha práctica sado consiste en que un cliente cansado de su agencia y con ganas de medrar para comprarse el Cayenne, decide convocar a tres pardillos para que le presenten por la patilla ideas que le salven su orondo culo. Para nosotros, pobres incautos, es una de las formas más directas de generar nuevos clientes, pero sin garantía alguna. Lo tomas o lo dejas. La práctica tiene más mala ostia de lo que parece:


- La gran mayoría de ellos son by the face. Tú asumes los riesgos y los costes y, muy de vez en cuando, algún cliente con solera te paga los x mil eurillos para pagar los toners y rotus que has agotado. Por supuesto, nunca se cubren costes.


- Presentas ideas muchas veces acojonantes porque quieres ganar, pero, ¿qué pasa si pierdes?. Pues te lo digo: nadie te garantiza que unos pocos meses después de haberte dado amablemente la patada en el culo veas en la calle tus ideas implementadas por otra agencia que era más cara que la tuya y que, curiosamente, es muy amiga del sr. cliente, al que llenan de cohechos en navidad.


- Si presentas malas ideas o no echas el resto no te vuelven a llamar.


- Aún en el mejor de los casos, ganas y le sacas a la acción un neto de x mil eurillos. A cambio, le has dado una idea que genera unos beneficios vergonzosos en relación a tus honorarios.


- En el proceso de espera, marcado por el sr. cliente, nunca se cumplen los plazos de respuesta y cuando llamas ni dios te coge el tfno ni te responde al mail.


- A veces el concurso queda desierto, pero no queda desierta la mente del sr. cliente al que le has dado una idea que venderá como propia en unas semanas. Todo gratis.


Así es la cruda realidad.


Imaginemos ese mismo proceso para comprar un kilo de peras.


Convocas a tu casa a los tres mejores fruteros. Les pides que te dejen muestras de sus peras por la patilla. Te las papeas todas. Les das las gracias a los tres y amablemente te ciscas las peras a las tres horas y les dices que gracias, pero que no te ha gustado ninguna. Joder, qué pesaos estos fruteros, todo el puto día llamando a ver si me han gustado las peras de los cojones!


A pesar de lo surrealista de la comparación, la fabula de Esopo de las peras se queda corta con el tema de las ideas. Una buena idea es un intangible poderosisimo, valiosísimo y único. Una jodía pera tiene una horquilla de precios entre 0,10 y 0,30 € pieza y de hay no sale.


Una buena idea te salva el negocio, te vende una marca, te hace rico.


Entonces, ¿por qué cojones no se regula legalmente este tema?.
Ay qué leche el señoritooooooo clienteeee!!!!



>VBP

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