
Está muy bien adaptado (el photoshop y el croma hacen maravillas) y liga perfectamente con el leit motiv de Lego: la construcción de grandes obras al alcance de un niño.
El mensaje está destinado claramente al padre de la criatura, paganini de este caro y divertido juguete y el único que puede percibir el guiño publicitario.
Esta pieza nunca vería la luz en España, ya que Autocontrol de la publicidad consideraría que muestra a los niños en situación de claro peligro y atenta contra la Ley General de publicidad 24/88. Tampoco la vería ahora el spot de Stewie Wonder; eso de ir ciego al volante no es politicamente correcto.
La imagen de Ebbets, que en su momento servía como documento de denuncia de las condiciones laborales de Estados Unidos tras la depresión, ha perdido todo su simbolismo social e histórico como documento. Como tantas otras imágenes, el carácter inicial de la imagen se desvirtualiza y pasa a convertirse un objeto más de venta, de marketing.
Algo así como lucir la camiseta del Che Guevara a los mandos de un SLK.
>VBP
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