La verdad es que acostumbrado a los frikis que pululan con carteles amarillos de "Compro oro" por la calle Arenal uno se quita el sombrero del buen uso que le han dado los creativos a este peto de cartón.
Me imagino que cuando estás dispuesto a vender oro es porque estás más tieso que la mojama, lo has robado o nada bueno se me ocurre. Por ello poco importa que en vez de la maciza en patines sea un esquivo yonki con chandal el que te da el flyer enfundado en su armadura plástica y con el cigarrito calado con cara de partirte la cara.
>VBP
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