10/6/08

2.0: Yes, we can

Este grito de guerra utilizado tanto por Obama como por la selección española resume a la perfección la quintaesencia del fenómeno 2.0:
el poder de las personas.
Las TIC, que somos más inquietos, más listos (un 20 más de CI de media), que no estamos dispuestos a aguantar determinadas cosas y que queremos hacernos ricos con nuestro sueño trabajando lo justo y otros motivos no menores, han propiciado una revolución sin precedentes.
En mi opinión es la revolución social más importante desde 1789 y las proclamas de entonces –libertad, igualdad y fraternidad- son perfectamente válidas y vigentes hoy:
Libertad para expresar lo que uno quiera donde y como quiera
Igualdad, ya que un granjero de Utah o un pescadero de Ferrol pueden tener igual o más poder que una gran corporación
Fraternidad concebida como el encuentro de millones de personas unidas por un interés común, sea ligar, jugar, charlar o simplemente no estar solo.
Pero ojo, bajo el manto real de libertad, ubicuidad y conectividad, todo muy cool, se nos encauza a una autopista sin retorno. La revolución 2.0 supone el triunfo de la techdemocracia y también del capitalismo salvaje. En pocos años, el que no esté conectado no existirá como ciudadano y el peaje obligatorio se pagará vía XDSL, via WiFi mobile.
Sobre las no inocentes dos premisas: 1). estar conectado y 2). tener poder de compra como base para simplemente ser, cada vez tomará más cuerpo la frase de Marx: de cada uno según capacidad a cada uno según sus necesidades, pero con una "ligera" y maléfica variación:de cada uno según capacidad (de compra) a cada uno según sus necesidades (de consumo). Conectarse o morir, apocalíptico o integrado, to be or not be. El eterno retorno como leit motiv.
>VBP

No hay comentarios: