Ahora un post de historia, dedicado a Blasito y Morty.
En los grandes acontecimientos de la historia siempre hay personajes en la sombra cuya contribución fue determinante y que no han gozado del reconocimiento de otros quizás con iguales o menores méritos.
Me refiero a la transición a la democracia vivida en España hace tres décadas. La fama y los galones se lo han llevado, con merecimiento, el Rey (sí ,el de "¿por qué no te callas?") y Adolfo Suárez. Pero hubo un personaje en la sombra que diseñó todo el entramado legal para desmontar la dictadura: Torcuato Fernández Miranda, "el gran olvidado".
Con riesgos calculados y buena dosis de arquitectura legal, el presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, Fernández Miranda, hizo posible una Ley 'puente' para la Reforma Política que transformaba el régimen franquista sin romper del todo con él. Las apenas dos hojas que Fernández-Miranda presentó a Adolfo Suárez en 1976 ya reconocían la soberanía popular y la elección de los representantes mediante sufragio universal, directo y secreto.
Prestigioso jurista y profesor-tutor del Rey Juan Carlos de Borbón cuando todavía era príncipe, fue nombrado presidente de las Cortes y del consejo del Reino el 2 de diciembre de 1975.
Queda para la Historia como el hombre que consiguió, en 1976, que el Consejo del Reino propusiera a Adolfo Suárez en la terna de nombres que debía presentar al monarca para que éste designara al presidente del Consejo de ministros. De ahí la famosa frase: "Estoy en condiciones de dar al rey lo que me ha pedido"
Torcuato Fernández-Miranda fue también el cerebro de la Ley para la Reforma Política, la llave que abrió la puerta a la democracia. Con la aprobación de esta Ley, los procuradores se hicieron el "harakiri político" sin saberlo. Además, en mi opinión esta Ley salvó del perjurio a un Rey que había jurado lealtad a los princpios del Movimiento.
Torcuato Fernández-Miranda fue también el cerebro de la Ley para la Reforma Política, la llave que abrió la puerta a la democracia. Con la aprobación de esta Ley, los procuradores se hicieron el "harakiri político" sin saberlo. Además, en mi opinión esta Ley salvó del perjurio a un Rey que había jurado lealtad a los princpios del Movimiento.
Torcuato falleció en 1980, durante un viaje a Londres. Que yo sepa, no ha recibido ningún homenaje.
Parte importante del bienestar del que gozamos hoy día se debe a personas como él.
1 comentario:
Efectivamente, este Torcuato se lo montó para colocar a Suárez en la terna en la que el Rey tenía que elegir al Presidente del Gobierno.
El problema era que esta terna la elegían las cortes y no el Rey. Torcuato aprovechó que Suárez había estado en las juventudes falangistas para convencer a las Cortes que era "uno de los suyos", cuando en realidad era el candidato del rey y de los sectores reformistas.
Para mi, este es el "tercer hombre", junto con el rey y Suárez que hizo posible una transición ordenada. Seguro que jugando al póker desplumaba todos los contrincantes.
Taluego,
Alfonso
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