
Se me fueron los demonios como nunca sabiendo que la nieta del tío Paco se lo llevó calentito (48.000 €/ programa dicen unos, 900.000 € precio final por enseñar el muslamen ella en MQB y hacer el idiota su maridín, Pedro Picapiedra, en otro abominable show escolar). Esta gente se lo monta de puta madre, y no me parece mal si es el Hola o Tele 5 quien les afloja la mosca, ellos sabrán, a fin de cuentas son empresas privadas y deberían buscar como toda empresa responsable el crecimiento rentable y la aportación de valor a sus accionistas. En su lógica el fin justifica los medios.
La televisión pública debería regirse por otros criterios además de por el dios audiencia. Está claro que si no te ve nadie, es un mal síntoma, pero es peor que te vean millones atraídos por el morbo de ver hacer el idiota a la nieta de un dictador que marcó a varias generaciones. No voy a entrar en temas políticos, pero no se puede jugar con la sensibilidad de personas que durante años vieron privadas sus libertades y ahora, como puntilla, mostrar a esos mismos cómo se lo lleva calentito la frívola nieta que vive del morbo que genera ser familiar de quien es (fue).
Igual de indignante es que pillen cacho la Obregón, Terelu y el viudo de España, entre otros. No puede ser que en época de vacas flacas se muestre en un escaparate público cómo se reparten cada semana 300.000 € por hacer el orejas. Si las privadas quieren hacer caja a costa de peleas de arrabal entre peperos y zetapeperos, o de tetas en el paraíso o de muertes en directo es su problema. La tele pública debería ser otra cosa. Uno de los mejores barómetros para ver la salud mental de un país sería ver qué emiten en el prime time un día entre semana. Programas como Redes, marginados durante años en la madrugada de La 2, estoy convencido que triunfarían.
A bailar a la privada!!!.
>VBP
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