5/5/08

De primero tomaré unos pelotas con ensalada

Leo en un interesante artículo de G. Fruijó (CEO de Interbrand) en theslogan que “La estrategia de diversificación de marca puede resultar muy beneficiosa para la marca, puesto que ofrece la oportunidad de llegar a nuevas audiencias y, a su vez, de establecer un contacto con su público de forma distinta a la habitual, reforzando la percepción y experiencia de marca que tienen los consumidores" Y para muestra, el caso de mi admirada Camper.
La empresa mallorquina, sumando a su extensa experiencia en la industria del calzado una constante inversión en marca, ha conseguido un posicionamiento único con el que muchos de sus consumidores se identifican. Su restaurante Foodball y el Hotel CasaCamper van a suponer para la marca no sólo la entrada en mercados diferentes, sino una oportunidad excelente para, mediante una experiencia más intensa y perceptible por los cinco sentidos, reforzar su identidad corporativa. Es la quintaesencia del marketing experiencial, un goce sinestésico que te lleva a disfrutar de la marca en una experiencia 360º donde hueles, masticas, ves, oyes y palpas la marca como un aliado que proyecta tu lado más cool y que por unos momentos te hace salir de la fría realidad de ser un panochas.
Pero ojito, al hablar de diversificación hay que tener cuidadín con no cargarse o cagarse en la integridad de la marca. La entrada en sectores distintos al original, puede atribuir a la marca unos valores que contradigan los que inicialmente la definían. Es el caso de Porsche, que ha comenzado a comercializar gafas de sol con su marca, permitiendo vestir su marca a personas que, aunque la admiran, jamás podrían comprarse uno de sus coches.
La comercialización de artículos accesibles para una gran parte de la población tiene un alto componente de riesgo para la identidad de la marca, ya que puede afectar al carácter único y elitista de Porsche. Un comprador de Porsche, además de los 360 CV, está pagando la exclusividad y el orgullo de llevar la enseña. Si el acceso a ésta es viable para muchos, la marca perderá valor. Ya lo dice su nombre, exclusivo es para unos pocos y la barrera de entrada son los tolfis, el estandar universal que desde Atapuerca nos hace más guapos, latos y sabios o más sospechosos, mezquinos y olvidables.
>VBP

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