19/5/08

Mielinización y percepción del riesgo

La mielinización es el proceso por el que se establecen las conexiones neuronales definitivas en nuestro cerebro. Hablando en cristiano, sería el momento en el que estamos listos para salir del horno, el momento en el que el cerebro ya ha hecho al rodaje y va al taller a que le aprieten las tuercas, algo así como la madurez, para bien y para mal, donde tenemos formada nuestra visión del mundo.
Es el estado funcional ideal y se alcanza en la adolescencia tardía, entre los 20-25 años.
La mielenización condiciona nuestra percepción del riesgo y del peligro. Así se explica porqué de chavales semos más osados, gallitos y temerarios y andamos en la cuerda floja de ganarnos una ostia: sea del fulano al que le has tirado su peloti mientras bailas a la tuya en tu barco, sea ese árbol que se cruza en tu camino cuando vas lanzado esquiando, sea lo que sea. Muchas veces me pregunto cómo era capaz de lanzarme con la bici de montaña campo a través, compitiendo con el Tribaldo, partiendome de risa sin casco por sitios en los que ahora mismo me cagaría vivito. O cómo pude hacer rappel con vértigo o tantos otros cómo pude.
El caso es que algunos no mielinizan en la vida. El prototipo de no mielinizado podría ser el de neng bakaladero con Seat León tuneado, o bien motero 50 cc emulador de Lorenzo (más quisieran!) o la Jenny que cruza la calle siempre en rojo y se echa las risas con la Vane y la Rebeca cuando salva por lo pelos el pellejo o tantos miles de idiotas que invaden tu plácida burbuja porque a su cerebro le falta unos minutos más de incubadora.
>VBP

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